jueves, 1 de marzo de 2012 | By: El Animador Imaginario

El Bosque

Él intentó recordar los nombres de los lugares de aquel majestuoso bosque, donde Él y Ella solían ir cuando eran jóvenes, pero era incapaz de recordar, además, tampoco se acordaba del efecto tranquilizador que tenía sobre él aquel paisaje de ensueño, ya habían pasado muchos años desde su última visita al bosque.

Él se dio cuenta que cuando se envejece el tiempo pasa más rápido, durante muchos años perdió el tiempo temiendo a la muerte, se bloqueaba y no disfrutaba de la vida que tenía junto a Ella, hasta que un día Ella enfermó y jamás lo recordó, entonces fue cuando supo lo que era sufrir por otra persona y no ser reconocido por su amada.

El último día de vida de Ella se encontraba lúcida y recordaba la cara de Él, Él entre lloros la miró a la cara y Ella lo abrazó y en un silencioso susurro le dijo "Todavía estoy aquí para amarte y aunque mañana no esté, siempre me encontrarás en tu corazón". Él sintió el último toque de su piel fría tan dulce y dolorosa como su último susurro "Siempre en tu corazón"

Él decidió enterrarla en el bosque justo donde Él y Ella se encontraron por primera vez, al enterrarla el bosque enmudeció y el silencio reino durante horas. Él decidió pasar la noche junto a Ella en silencio, esperando una respuesta desde lo más profundo de la tumba. Aquella noche una espléndida Luna llena les acompañó durante toda la noche arropándole a Él y embelleciendo el recuerdo de Ella. Él se tragó el dolor a pesar del sabor y abandonó el bosque.

Desde entonces Él olvidó el bosque para recordar a Ella y Ella se convirtió en el lugar de paz para Él.

sábado, 31 de diciembre de 2011 | By: El Animador Imaginario
jueves, 29 de diciembre de 2011 | By: El Animador Imaginario

Día de la virgen

Despertarte el día de la Virgen a las 11:15 para ponerte a leer un libro sobre Auschwitz no es muy católico, lo que es católico es verte a dos viejos cantando villancicos en el autobús que va dirección al hospital universitario de la ciudad, pero que estos viejos se bajan en otra parada, ¿Qué te creías? Y dentro de dos días fin de año, ya podremos decir eso de Feliz fin del mundo, según las profecías Mayas.

Feliz día de la Virgen
miércoles, 21 de diciembre de 2011 | By: El Animador Imaginario

De risa se trata

"Tinc un fill molt profesional" decía mi madre a sus amigas nonagenarias sexis, "Ès va quedar quart, però com si fora el primer" Pero si no cobro por lo que hago y, además, me entra un tic cada vez que voy a soltar una gracia que más que parecer un monologuista parezco un ave de corral.
martes, 20 de diciembre de 2011 | By: El Animador Imaginario

Relatos de Terror (I)

El primer día de vacaciones, Alberto tenía pensado pasar la noche en un motel de carretera que le recomendó un amigo suyo. Ello se debe a que el lugar de vacaciones hacia donde se dirigía estaba muy lejos. Al llegar al motel el recepcionista, un tipo muy extraño, le preguntó.

-Buenos noches, ¿Qué desea el señor?

-Una habitación –Dijo Alberto-

El recepcionista le pidió por adelantado el dinero, con el intercambio se despidió de aquel hombre tan raro. A decir verdad, la cara de éste le recordaba a una descripción que le hicieron, pero no le hizo caso alguno, estaba muy cansado para esas tonterías.

Alberto decía: La habitación del motel no esta nada mal, sin duda Jaime tenía razón, es un buen lugar para descansar. En primer lugar, Alberto dejó la maleta al lado de la cama, a continuación, fue hacia la ventana y al ver la zona de aparcamiento estaba vacía exceptuando su coche y otro más, no daba crédito como un motel como ese estaba vació. El día para él terminó cuando se acostó en la cama.

Unos extraños ruidos le despertaron al poco de cerrar los ojos, se levantó del plácido sueño y fue a la ventana, ya no estaban los coches, al observar esto salió corriendo para ver que había ocurrido, precisamente por eso fue a hablar con el recepcionista a ver si él sabía algo, pero allí no había nadie, era como si todo el mundo hubiese desaparecido. Fue corriendo de un lado a otro, con el móvil en la mano, con esto lo único que consiguió fue ponerse más desesperado, parecía que su móvil estuviese estropeado, y los demás teléfonos también parecían estropeados.

No entendía nada de lo que sucedía, parecía una broma pesada, se encontraba solo o eso creía.
Al volver a su habitación para recoger el maletín e ir a buscar algún rastro de vida, vio como alguien corría hacia la carretera, aquella sombra fue golpeada por otra sombra nada más pisar la calle. Alberto corrió para auxiliarlo, mientras llegaba, la forma de la sombra tomó su cara, era él mismo, no entendía nada, se estaba volviendo loco, se preguntaba una y otra vez.

Mientras corría hacia su habitación para coger el maletín, observó como una sombra salía de ella con su maletín. Gritó asustado.

-¿Quién eres?, ¿Qué haces con eso?

No obtuvo respuesta, sino otro encuentro con él mismo, empezaba a sentir un descontrol en su cuerpo y comenzó a gritar al cielo teñido de un oscuro radiante por la luz de la luna.

-Qué es esto, os estáis quedando conmigo, qué clase de juego es esté.

Lejos de no escuchar nada, se inició una voz grave que le hablaba, para su sorpresa, esa voz era la suya que le replicaba.

-Ves a tu habitación y obsérvate.

De un lado se veía sólo y asustado, y de otro necesitaba encontrar alguna explicación de esa situación. Al llegar a la habitación empezó a buscar cosas, encontró el maletín, le era imposible entender lo que sucedía. Entró en el baño se lavo la cara y al mirar el espejo no encontró nada, no había reflejo, con los ojos llorosos y la voz entre cortada susurraba.

-Qué es esto, por qué a mí, qué he hecho para merecerme esto.

Y otra vez se escuchó la voz.

-No seas estúpido, recuerda.

Al acabar de escuchar su voz, corrió desesperado hacia la carretera, fuera de la habitación al llegar a ella, sintió un fuerte golpe, al componerse del golpe fue a la habitación a coger el maletín, salió disparado, al pisar la carretera miró hacia el motel y vio como alguien estaba arrodillado en el suelo.

Aunque la hora de su reloj marcaba las ocho de la mañana, la luna continuaba reinando el cielo. Hasta el momento habían pasado cuatro horas angustiosas sin saber el por qué de esa situación, al mismo tiempo fue empujado por algo hacia el bosque, el maletín empezó a elevarse por los aires hasta perderse a la vista de éste. Debido al empujón encontró una casa, las luces estaban enchufadas, Alberto corrió y corrió pero parecía que la casa siempre estuviese en el horizonte, la situación se le volvió insoportable, al sentarse en un tronco la casa apareció en sus narices, la puerta estaba entre abierta, habían unas personas dentro, efectivamente no estaba solo, no se escuchaba su voz sino la de una mujer y un hombre fuertemente discutiendo, una vez abierta la puerta, aquel hombre era él mismo y el habitante de la casa le preguntó.

-¿Qué haces aquí? –Con una voz furiosa-

A lo que contestó.

-Dímelo tú.

Las dos personas de la casa señalaron el espejo.

Mientras iba hacia el espejo, éstas le decían.

-Recuerda, recuerda…

Delante del espejo, vio su reflejo y éste empezó a hablar.

-Entra y despierta.
sábado, 3 de diciembre de 2011 | By: El Animador Imaginario

Pareados V

32.- Abrazas los sueños con ternura/ mientras nuestro amor dura.
33.- Alma descontenta / no sufras en la tormenta.
34.- Música en tus labios / poesía en los lirios.
35.- No llores amargamente / ten me siempre presente
36.- La sonrisa se clava en el alma / para limpiar y dejarme en calma.
jueves, 28 de julio de 2011 | By: El Animador Imaginario

El anciano roble

Los bosques están llenos de vida, a veces, su silencio delata la presencia de seres increíbles que no se dejan ver fácilmente. Hubo una vez un bosque bañado por un hermoso valle que rebosaba vida y todos los animales, del bosque, se concentraban en aquel paisaje cristalino y de una forma mágica. En el centro del valle se encontraba un majestuoso roble del que emanaba una brillante luz que salía hacia arriba y envolvía todo el bosque. Unos jóvenes reyes decidieron crear su reino cerca de aquel ambiente de prosperidad y seguridad que le daba el bosque.

Los jóvenes reyes nunca habían podido tener un hijo o una hija, así que aquel misterioso lugar les daba esperanzas de poder dejar un heredero o heredera y crecer como reino. Los años pasaron y el reino creció, siempre protegido por aquella misteriosa luz. El Rey decidió que el roble sería el escudo de su pueblo y lo cuidarían como si fuese el alma de su reino.

Durante la fiesta del nacimiento de la hija de los reyes, todo el pueblo se reunío en la Plaza Central del reino para celebrarlo y cantar dulces canciones mientras el vino corría por las calles, pero un gran estruendo proveniente del corazón del bosque silenció la Plaza Central y de golpe, aquella misteriosa luz desapareció. Los soldados salieron aprisa para descubrir que había pasado, al llegar al valle encontraron un inmenso agujero donde antes habitaba el roble.

La noticia desoló los corazones del reino y con ellos la salud de la joven heredera, aquella misteriosa luz de la que salía de las entrañas del roble daban vida a la princesa, pues ella jamás debió de haber nacido. La muerte era una jugadora sabia y tenía muy claro que si la luz desaparecía la joven princesa moriría y sería suya, pero decidió hacer un trato con un joven soldado que se había presentado en el valle.

- Devolveré el anciano roble si consigues atrapar y darme el Hada del bosque, la encontrarás a la otra orilla del valle. Pero con una condición, solo la podrás atrapar tú, para ello tendrás que ver con el corazón. El tiempo se acaba y con él, vuestras vidas.

El joven soldado aceptó el trato ya que si no lo aceptaba la joven princesa moriría y con ella todo el pueblo, pues la tierra estaba moriéndose junto a su reino. La aventura del soldado no hizo más que empezar.

Empezó a anochecer y el joven soldado decidió descansar en una de las cinco casetas que el Rey había dejado en el bosque, para que los pelegrinos del reino pudiesen descansar si la noche los atrapaba. Se encontraba solo en la caseta, en ella había una cama con su almohada, una mesa y tres sillas, las ventanas estaban cerradas, el soldado decidió abrirlas para que la luz de luna diese frescura a la palidez de la caseta. El joven soldado se echó sobre la cama y la almohada comenzó a contarle las historias que una vez le contó su padre sobre el bosque. El soldado no pudo dormir, escuchaba una voz de una mujer.

- Soy la voz de tu almohada y he arrancado mi corazón para ejercer poder sobre tus párpados y contarte las historias de tus ancestros hasta que el cielo despierte azulado.

El soldado salió de la casa como alma que lleva el diablo, dejándose todo su equipo dentro. Llegó hasta un árbol, el reflejo de la luna y el baño en la niebla le daban un toque majestuoso. Apoyado en el árbol mirando hacia el suelo, del árbol descendió un espíritu.

- ¿Qué haces todavía aquí? -Pregunto el espectro.

El soldado no pudo reaccionar, se encontraba totalmente catatónico, quería despertar de aquella pesadilla.

- ¿Qué haces todavía aquí? - Volvió a preguntar el espíritu.

Aquel espíritu era el de su padre, todavía vivo cuando había salido a inspeccionar el bosque después del estruendo, ahora espectro preguntándole:

- ¡Muévete de una vez o todos morirán! Mátala tu si hace falta.

El espíritu de su padre se desvaneció y después de unos minutos de reflexión volvió a la casa y se tumbó en la cama.

- Vienen de noche y os roban las perlas que caen de los ojos y esperan a que salga la luna para introducirlas en mi hueco. - La almohada le contaba.

El soldado tiro la almohada fuera de la casa, pero todavía la escuchaba.

- Espíritus, diablos y hadas negras se acercan a tu encuentro.

El joven soldado decidió continuar de noche hasta pasar a la otra orilla del valle, siempre bordeándolo y con espada en mano. Llegando a la otra punta del valle, vio una luz a la lejanía. El soldado se encontró en el camino con un Hada.

- ¿Eres tú el hada que busco? - le preguntó el joven soldado.

- ¿Estás mirando con el corazón? - le preguntó el Hada.

- ¿Eres tú o no? No tengo tiempo que perder, te llevaré conmigo hacia esa luz quieras o no.

El joven soldado amenazó con la espada a la Hada.

- Como desees - Acató la orden del Soldado.

Durante el camino, el soldado vio la belleza, se sintió en calma, era preciosa, su pelo, color castaño, reflejaba la luz de la luna y la orilla del valle reflejaba hermosas figuras alrededor de ellos, el rostro del Hada le recordaba a alguien pero no sabía quien era, el joven soldado se sentía cansado y necesitba terminar ya con la tarea que le había mandado la Parca.

- Lo siento. -Digo el joven soldado.

No hubo respuesta, ella continuaba en silencio el camino hacia la luz.

Al llegar a la luz, el joven soldado respiró aliviado, lo había conseguido, la muerte le esperba con una sonrisa de par en par.

- Ahora, desenfunda tu arma y mátala. - Dijo la Muerte.

- El trato decía que te la trayese a ti no que la matara. - Contesto el joven soldado.

- Soy la Muerte y puedo destruir el anciano roble si quiero, ¿Tú quieres? - Dijo la Muerte.

El soldado tras caerle unas lágrimas, desenfundó su espada y le cortó el cuello a la Hada.

- Mira el Hada, mira quien es. - Contesto la Muerte con una sonrisa de par en par.

- ¿Cómo he podido hacer semejante atrocidad? ¿Por qué me has hecho hacer esto? ¿Por qué? - Preguntó el soldado furioso.

- Soy dueña de vuestra muerte, alguien que no tendría que haber nacido jamás, nunca existió para mí, por eso robe el anciano roble, para que vuestro joven reino se marchitase poco a poco. Además, matar a una niña que para mí jamás existió va encontra de mi naturaleza, por eso tú has sido el ejecutro, ahora ella vendrá conmigo y el ciclo natural volverá a su cauce, con su anciano roble también. Pero...

- Y por qué a mí - Preguntó el soldado.

- El destino existe, hoy mueres tú también. -Contestó la muerte.

La muerte se llevó al joven soldado y a la hija de los reyes.